Dios mio, hay cada historia por ahí, realmente triste.
Bueno, ahí va mi oscuro pasado: Yo cuando empece primaria, iba siempre a mi rollo. Todas las niñas de mi clase iban siempre detrás de los niños, y yo iba por otro lado. De pequeña era bastante má social y me gané un par de amigas. O más bien mascotas, nunca me dejaban en paz, y me seguian fuera a donde fuese. Hasta que un día debí soltarles un señor grito para que me dejasen en paz. Y acto seguido me quede sola. Más tarde empezaron a meterse conmigo, me pusieron un mote que me duró seis años. Se metian conmigo, me quitaban las cosas... Aunque por suerte nunca llegaron a pegarme (En parte porque como llevo haciendo Karate desde los cuatro años me tenían algo de miedo). Pero yo nunca me quejaba, mis padres sabían que tenía un mote, pero pensaban que era un juego de niños y yo nunca les dije que fuera nada más. En fin, yo solo tenía una amiga, pero al pasar a secundaria ella marchó a otro instituto y yo me quedé sola. Intenté hacer amigos y los encontre, pero tambien encontre enemigos. Consegui otro mote nuevo, más gente que se metía conmigo y cosas asi. Yo siempre he sido solitaria y no soy muy dada a contar mis problemas ni a manifestar mis emociones, asi que era una victima facil. Cuanto más mayor me hacía, mas violenta me volvía. Si alguien me insultaba, yo serpondia con una patada. Los insultos cesaron algo, pero aumento mi fama de “Marimacho”. Aunque desgraciadamente los acosadores suelen ir en grupos numerosos, o estan a más de diez metros de mi, asi que mis patadas dejaron de ser efectibas. Todo siguió más o menos así hasta el verano pasado. Entonces hice nuevas amigas de otro colegio, chicas que habian pasado por situaciones parecidas y eso probocó un cambio radical en mi. Mi lengua se volvió venenosa, y ya no necesitaba amenazar a nadie puesto que un comentario hacía mucho más daño. La crueldad y mi instinto viboresco se desarrolló hasta tal punto que ahora soy de las más populares del instituto... Porque todos me odian y me temen.
Algun día seguire, con más trapos sucios.